Cuculo y San Salvador, dominantes de San Juan de la Peña

Hoy el cielo no es, ni de lejos, el mismo que tuvimos ayer en el Peyreget, y amenaza tormentas que nos ahcen quitarnos la idea de caminar por las alturas. De este modo, buscamos una alternativa por cumbres menores, y localizo una sencilla ruta que recomiendan realizar en casos como los de hoy.
Se trata de la mayor altura de los montes de San Juan de la Peña, el Cuculo, desde el cual se domina una extensa panorámica de la Canal de Berdún y la Jacetania en general. Como bonus track, me calzo el San Salvador, distante 15 minutitos desde el collado que separa ambas cimas.

Nos dirigimos a Santa Cruz de la Serós y, continuando por la carretera al monasterio, a los 3km. dejamos el coche en un cerrada curva de izquierdas, junto a un depósito de aguas.

Inicio curva del depósito: 1.025 m.
Collado de las Eretas: 1.373 m; 1h.
Cuculo: 1.549 m; 1.30h.
S. Salvador: 1.547 m; 2.10h.

Tiempo total invertido: 3.30h
Desnivel positivo: 525 m.

10.35h de la mañana, junto al depósito sale el senderito que nos lleva a través del barranco de Carbonera primero por entre pinos abetos y, despúes, por hayedo, hasta desembocar en el collado de las Eretas.
 
Al principio el sendero asciende tranquilamente...  
 
Un torrente que atraviesa el camino; a partir de aquí, se sube con fiereza más de 300m de desnivel sin descanso. Foto sacada hacia atrás.  
Desde algunos pequeños claros podemos observar las murallas de la sierra.  
 
Hay un par de cortos pasos pedregosos, rotos por alguna repentina caída de aguas. Seguimos subiendo.  
Tras un corto llaneo fuera del bosque, volvemos a entrar en la espesura de, esta vez, un elegante hayedo joven dominando varios pinos.  
 
 
Tras una horita de camino, alcanzamos el collado de las Eretas al final de éste claro herboso.  
Collado de las Eretas 1.373 m. Vemos un cartel indicador, izquierda al San Salvador y al monasterio de San Juan de la Peña, de frente bajando indica una fuente.  
A nuestra derecha según el sentido de la subida, el Cuculo. Desde aquí se ve su antecima.  
Seguimos por los trazos de senda llaneando primero, y después se encarama hacia la loma y la antecima. Hay hitos, que sirven de ayuda en caso de nieblas.  
Echando la vista atrás, el San Salvador semicubierto por alguna nube.  
Terreno muy cómodo, entre erizones. Nos cae alguna que otra gota de agua; se ven chaparradas en diversos puntos...  
Llegados a la loma, asoma la cumbre; bordeamos la antecima ligeramente por su izquierda.  
Cumbre del Cuculo 1.549 m. en una horita y media. Muchas nubes por todo el cielo, los Pirineos están cubiertos.  
La Canal de Berdún.  
Hacia la antecima y el San Salvador, próxima cima.  
Sale el sol a ratos, y a ratos sopla el viento freskete...  
Comenzamos a descender hacia el collado, y yo me fijo ya en la subida corta pero exigente del San Salvador. En 15 minutos está hecho.  
Subiendo a la segunda cumbre del día, vistazo atrás al Cuculo, gano metros.  
Cumbre del San Salvador 1.547 m. Vértice y la humilde ermita en honor al santo.  
 
Otro extenso mirador desde la Jacetania hasta Riglos.  
 
Los Eretas y Peña Oroel al fondo izquierda.  
Y el interior de la ermita.  
Con tiempo claro las vistas deben ser deleitosas, hoy no es el caso pero sirve para hacerse una idea... No estoy nada arrepentido de visitar estas modestas cumbres. Desciendo a trote cochinero hasta el collado donde me espera Iran y volvemos sobre nuestros pasos al punto de partida. Existe la alternativa de descender junto a los cortados de los Eretas y llegar al monasterio nuevo, después se visitaría el viejo y, por carretera, regresar al inicio, completando la ruta de manera circular.  
 
El barranco de Carbonera, un rincón de paz.  
 
El brusco descenso nos machaca algo las piernas, pero en 45 minutos terminamos el paseo de hoy, y decidimos comer en el monasterio nuevo, subiendo la carretera.  
El punto de información turística y el monasterio nuevo de San Juan de la Peña.  
Frontal del monasterio. Un poco de historia. Clic para saber más.  
Peña Oroel (clic para ver nuestra visita del pasado diciembre) destaca a lo lejos.  
Carretera al pueblo de Santa Cruz de la Serós, y los Pirineos cubiertos al fondo.
Y esto es lo que ha dado de sí en el día de hoy, eficientemente aprovechado a pesar del irregular tiempo. Un complemento ideal al del día anterior en el Peyreget, quien me debe una en un futuro... Saludos mendizales!!

Intento al Peyreget, al cobijo del Midi

Un par de días en el Pirineo puede dar mucho de sí, y damos fe de ello con un par de excursiones que nos hemos cascado aprovechando el día y medio de buen tiempo.
El domingo nos acercamos al Portalet para realizar una raquetada interesante, no muy dura, con intento de ascensión final al Peyreget, ese hermano menor del Midi D´Ossau, cuya elegante silueta se lleva todos los honores y fotografías. Pero nuestro objetivo, que finalmente se me resistió por no disponer de crampones, se trata de un excelente mirador y una atalaya de extensas perspectivas. Además, un bello día de sol y nieve nos aguarda.
Al no poder hacer cima, nos proponemos descender por el vallecito que asciende al Col D´Anèou, atravesando por la base del Col de L´Iou y del pic Arazures.
Dejamos aparcado el coche un kilómetro después de la frontera, donde el aparcamiento casi está cubierto por la nieve que aún perdura...

Parking D´Anèou: 1.730 m.
Col de L´Iou: 2.194 m; 1.45h
Base del Pic Arazures: 2.000 m; 4h.
Descenso por pastos de Anèou al parking; 6.30h

Desivel positivo: 470 m.
Tiempo invertido con muchas paradas y fotos: 6.30h

Desde el parking de Anèou, ya disfrutamos del sublime espectáculo que ofrece la nieve de las montañas, los pastos y el azul intenso del cielo. El Pene de la Glère destaca desde aquí.
 
Foto para el álbum familiar, con Peyreget y el Midi D´Ossau  
Bajamos a la pista semicubierta por la nieve y, tras cruzar por un puente, nos desviamos por donde nos indica el cartelito, al Col de L`Iou, y seguido cruzamos otro pequeño puente a la derecha.  
Hacia la carretera del Portalet.  
El Col de L`Iou se encuentra detrás del horizonte nevado, debemos atravesar las blancas laderas, ganando altura poco a poco, sin despegarnos de la pared del Soum de Pombie.  
 
Peyreget, lo vamos rodeando por su lado Sur.  
Paisaje bicromático, cegador, ilimitado.  
El simpático Pene (de la Glère) cambia de forma, y tras él asoma el pico de Canal Roya.  
Llegamos a un primer collado donde el camino se tumba, aprovechamos para descansar y proseguimos por entre esos bloques de piedra para afrontar los últimos metros al Col de L`Iou.  
Se acerca...  
Las rampas finales del Col nos hacen sudar, pero lo conseguimos.   
El Midi ya nos ofrece desde aquí una hermosa estampa. Picamos algo en el collado y observamos la subida del Peyreget.  
Col de L`Iou. Anayet, Punta Escarra, Pala de Ip... Enorme panorámica.  
Volvemos a calzarnos las raquetas, nos espera una dura rampa inicial. Al poco de iniciar el ascenso, Irantzu se vuelve al collado, demasiada pendiente. Y con la nieve azotada por el viento, se torna complicado.  
Por lo que continúo yo solo, vigilado por el Rey.  
Otra imagen de la rampa del Peyreget, desde el collado. Una vez superada la rampa, se llega a la zona rocosa, la cual se sortea ligeramente por la derecha del eje somital.   
Un pequeño respiro. Echo de menos los crampones...  
Instantánea al corazón de Pirineos franceses.  
Alternando tramos de nieve blanda con nieve dura por el viento, cada vez veo más complicado la hora de la bajada, las raquetas no dan confianza en este terreno ni son lo más idóneo... Dicho lo cual decido con pesar, darme la vuelta. No he venido aquí para pasar miedo ni incertidumbre.  
La montaña no se mueve de donde está. Tenemos toda una vida para regresar.  
Desciendo al collado con los cinco sentidos, puesto que la pendiente es muy pronunciada y no falta algún que otro resbalón sin consecuencias. Me deleito, eso sí, con la imagen de éstas montañas de libertad.  
El lac de Peyreget está ahí debajo, completamente helado.  
Tengo ganas de tí, compañero. De nuevo.  
Decidimos alargar un poco la jornada. Para ello, de imprevisto nos dirigimos al Sur, pasando bajo la base del Col de L´Iou y del Pic Arazures, donde la pendiente no nos perdona y se ensaña con sendas culadas ladera abajo...  
El Palas, sobrecogedor.  
 
Un privilegio estar aquí.  
Llega la hora del bokata, buscamos una zona de hierba para acomodarnos y le hincamos el diente, que ya es hora.  
No se puede quejar de los sitios por los que la llevo...  
Ya comidos y bebidos, descendemos sin prisa alguna guiados por innumerables huellas de esquís, raquetas y botas.  
 
Una última mirada a la pareja del día, Peyreget y Midi, con el Petit Midi en el centro. Excelente jornada.  
 
Arribamos al coche a las 16.30h, asomando ya las primeras nubes que poco a poco irán cubriendo el cielo. Veremos cómo amanece al día siguiente...
Sol, nieve y montañas, el deseo de todo montañero. Añadidle la mejor de las compañías y el resultado es gloria. Saludos mendizales!